El alojamiento ya lo buscaré, el transporte ya lo buscaré, el pack oferta ya lo buscaré, si es que me interesa. Las experiencias en el destino es lo que realmente cuenta, es lo que relamente quiero. ¿Dónde tengo reservas naturales para bucear?. ¿Dónde puedo ver las estrellas?. ¿Dónde ….?. La marca es en realidad el destino y las experiencias del destino las reinas de la fiesta.
¿Qué pueden hacer los hoteleros?: Antes que su marca, empezar potenciando el destino. ¿Y luego?: Ofrecer experiencias nuevas propuestas por ellos mismos. Propuestas para hacer en el propio hotel, pero también para hacer fuera. Para ello, la imaginación es clave. El mejor plan de marketing, la mejor identidad visual, los mejores servicios del hotel no sirven de nada si no se potencian las experiencias. ¿Van a estar los clientes todo el día dentro del hotel?. En algunos casos así será, pero son las excepciones. Lo normal será que los clientes quieran disfrutar de todo. Dentro y fuera.
¿Qué pueden hacer las agencias?: O bien proponer destinos nuevos, diferentes o bien los mismos pero con experiencias nuevas, para atraer a nuevos turistas y fidelizar a los clientes que ya tienen. De nuevo aquí pasa todo por las experiencias del destino.
¿Qué pueden hacer las ciudades o pueblos?. Reforzar su identidad y las experiencias alrededor de lo que las hace especiales y únicas, por supuesto. Pero también incorporar nuevas experiencias que complementen las anteriores, para atraer nuevos turistas y fidelizar a los actuales. Esas nuevas iniciativas que les sorprenderán a los que llevan tiempo viniendo y haciendo lo mismo pero que necesitan nuevos estímulos para salir de la rutina.
Parece sencillo, pero no siempre se hace. Y el hacerlo o no hacerlo, tiene que ver con ese necesario cambio de mentalidad que no todos han iniciado.
Miguel Yáñez
Director general de Primero Estrategia