
Restaurantes en los que los camareros son robots, otros con espectáculo de terror, existe desde hace no mucho una propuesta para comer en las alturas, a cincuenta metros de altura. La plataforma para más de 20 personas está suspendida y sujetada por una grúa gigante. Los clientes experimentan el sabor del vértigo. Y lo mejor, la empresa que lo organiza puede desplazarse a cualquier lugar.
¿Como diferenciarse más?
Ahora, lo último en Japón es comer entre lechuzas y búhos. Los clientes pueden acariciarlos o simplemente acompañarlos. A los protectores de animales no les gusta la idea, pero para la mayoría se trata de una experiencia nueva, diferente, especial. Y de eso se trata, ¿no?, de generar experiencias satisfactorias, novedosas, de sorprender. Branding, marketing, diferenciación competitiva, Innovación para algunos, extravagancia para otros, lo que está claro es que son propuestas nuevas.
Miguel Yáñez
Director general de Primero Estrategia