Si un emprendedor quiere tener éxito, los ingredientes de la pócima mágica son sobradamente conocidos. Pero siendo conocidos, no siempre son priorizados. Aquí va la receta de éxito para emprendedores. Cinco ingredientes para aquellos que quieran triunfar.
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Propósito
Es la respuesta al para qué y al por qué. Esa respuesta debe ser interna, para el propio emprendedor. Pero también debe entenderse de manera muy clara por parte del consumidor.
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Pasión
Con pasión todo es posible. Porque si puede imaginarse, puede hacerse. La pasión contagia, vende, consigue adhesiones. La pasión engancha, convence. Nada es más importante que la pasión.
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Recursos
Sin dinero no hay proyecto. Sin él, no hay emprendedor que soporte los costosos inicios o las rápidas imitaciones de competidores con más solvencia.
Lo ponemos en tercer lugar porque la pasión puede lograr que se abran puertas para la necesaria financiación. Por ejemplo, a la hora de convencer a socios potenciales. Se necesita dinero para hacer labor comercial, para pagar al talento, para alquilar un local o para hacer una página web. Ahorrar en algunos de esos aspectos, puede suponer un retraso o un lastre definitivo. Y al contrario, una buena identidad visual, un buen nombre de marca, una buena estrategia, una buena página web, una buena red comercial pueden ser definitivos para alcanzar el éxito antes.
No es gasto, es inversión. Si se recorta en esas partidas, el proyecto queda mal definido, mal orientado y mal presentado. Y lo hace justo en el momento en el que los early adopters, aquellos que se podrían convertir en buenos prescriptores de marca, entran en contacto con la marca.
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Estrategia
Sin estrategia, el proyecto va a la deriva. Alineada con el propósito, debe marcar el camino. Acciones concretas en tiempos concretos para lograr objetivos concretos.
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Determinación.
Muchas buenas ideas se desinflan al no conseguir los objetivos imaginados en el tiempo esperado. Muchos emprendedores apasionados vieron desinflarse su proyecto por falta de perseverancia. Habrá que cambiar la estrategia, los objetivos específicos, los productos, los servicios… Pero como dicen los norteamericanos, “where there’s a will, there’s a way”. Siempre hay una vía. Siempre.
Y luego, un poco de suerte. Decía Picaso: “Cuando llegue la inspiración, que me pille trabajando”. Sí, es cierto pero la buena suerte, siempre es de agradecer para recibir ese empujoncito que alimenta la confianza, la determinación y la ilusión.
Miguel Yáñez
Director general de Primero Estrategia