Efectivamente, branding es amor.
Es frase podría sonar cursi para algunos, evidente para otros. Sin embargo, estoy convencido de que es parte de la clave del éxito de una marca.
Porque amor es querer a tu cliente, preguntarle e intentar satisfacer sus necesidades y demandas.
Amor es también mimar a las personas que trabajan para que tu marca sea lo que es.
Amor es comprometerte con la mejora continua de tu producto o servicio. Porque amor es dar un paso más allá de lo que se espera de tu marca. Es ir más lejos.
En definitiva, amor es querer hacer las cosas bien. Y todos sabemos que se pueden hacer bien, mal o regular.
Miguel Yáñez
Director de Primero Estrategia